¿Qué tal ha ido la semana? Te acuerdas de la historieta de Sara y María del último fascículo, no se si te resultó emocionante leerla pero desde luego narra una historia que sucede entre hitos fisiológicos muy interesantes, del mismo modo que cuando ves una carrera por televisión.
Al igual que nuestras protagonistas, cualquier deportista de élite es capaz de intuír lo que sucede en su organismo a cada momento de carrera, en tiempo real y con mayor precisión que cualquier aparato por sofisticado que sea. Cuando escuchas a un deportista decir que se mueve por sensaciones, o que “fulanito o fulanita” va por sensaciones, no se trata de un deportista anárquico que no haga caso de su Garmin ni de su director… todo lo contrario, estamos probablemente ante un deportista con tal conocimiento de su organismo y tal experiencia que es capaz de anticipar lo que va a suceder e incluso… como en el caso de Sara, cambiar ese destino jugando eficazmente las cartas con las que le ha tocado jugar.
¿Por qué es importante la educación y aprendizaje de esta capacidad para un deportista? Si incluso la pasada semana Joxean Fernández Matxin afirmaba que podían predecir el resultado de una prueba contrarreloj de su corredor Jay Vine con un margen de error de 2''… no cabe duda de que resulta alucinante, pero sigue siendo una diferencia suficiente para ganar una prueba de este tipo o quedar incluso fuera del podio… también reconocía el propio Matxin que todo un tricampeón mundial como Óscar Freire no habría llegado ni siquiera a ser profesional viendo únicamente sus números… entonces…?
Más allá de estudios, nuevos softwares y “trebelladas” varias, los umbrales fisiológicos existe, y podemos medirlo de manera “estática” con una prueba de laboratorio o estimarlos con bastante precisión con un test de campo. ¿Y por qué hago hincapié en que los medimos de manera “estática”? Pues porque fluctúan a través del tiempo, me explico: que tu hayas sido capaz de rendir 400w en 20' ayer no significa que mañana no lo puedas mejorar, o quedarte por la mitad… cada día tendrás un rendimiento diferente, y no te digo nada a lo largo de una salida mientras van pasando las horas o durante una carrera, ¿verdad?
Es por esto que un buen deportista debe ser capaz de abstraerse de lo que marca su ciclocomputador o de lo cualquier señal externa y poder identificar de qué forma está trabajando fisiológicamente en cada momento… y tú tambien, sea cual sea tu nivel u objetivos. Esto marcará la diferencia entre la eficiencia y la excelencia tanto a la hora de rendir como a la hora de buscar los estímulos correctos durante un entrenamiento.
¡Ojo, que no es sencillo eh! Pero voy a tratar de darte las herramientas que necesitas para ser capaz de gestionarte en tus esfuerzos durante pruebas o entrenamientos y que por ti mismo seas capaz de guiarte por tus sensaciones como lo hacen los deportistas de élite.
El método que vamos a usar es el mismo de los motores que te vengo exponiendo desde que empezamos, creo que como punto de partida te va a resultar una herramienta fenomenal. Iremos entrando en detalle y viendo lo que nos va contando la investigación al respecto así como algunos detalles que utilizan también los mejores equipos World Tour.
¡Nos leemos aquí y nos saludamos en la carretera!
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| Ilustración: Julia Torrado |
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